LA ALIMENTACIÓN ECOLÓGICA: SU INCREMENTO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

En los últimos años y sobre todo a raíz de la pandemia del COVID-19, los hábitos saludables han ido cobrando protagonismo en la vida de mucha gente. La alimentación ecológica, relegada a un segundo plano hasta hace poco por la mayoría, está cada vez más a la orden del día.  

Los alimentos que forman parte de este mercado se caracterizan por cultivarse o producirse siguiendo procesos naturales, sin componentes químicos ni aditivos (pesticidas, herbicidas, fertilizantes, hormonas del crecimiento, etc.). Además, esto no sólo les hace ser saludables para quienes los consumen sino también para quienes se encargan de producirlos, como pueden ser los agricultores, y a su vez para el medio ambiente y los animales. 

Entre los alimentos ecológicos más destacados se encuentran frutas, verduras, especias y hortalizas; huevos; cereales; harinas; pastas; arroz; carnes; aceites; mermeladas y mieles; y sus principales consumidores eran hasta 2011 las mujeres en mayor medida. Sin embargo, como ya hemos dicho, desde hace unos años atrás, se ha generado un cambio en el consumo de este tipo de alimentos, que ha provocado la expansión de su público potencial.

Según un estudio del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que se realizó en 2019, existen cuatro perfiles de consumidor ecológico. En primer lugar, con un 31% están los convencidos, aquellos que defienden la salud y el desarrollo sostenible; a este grupo le siguen los ecologistas (27%), cuyo objetivo es consumir alimentos causando el mínimo perjuicio al planeta; en tercer lugar se encuentran los des-implicados (23%), es decir, la gente que participa en este tipo de consumo orienta por las modas y no tanto por una filosofía de sostenibilidad y bienestar; por último, agrupando a un 19% del publico, están los que actúan guiados únicamente por la preocupación de su salud, dejando a un lado la implicación por un planeta más sano. 

Respecto al coste de este tipo de productos, podemos comprobar al comprarlos que los precios son muy altos e incluso a veces, desorbitados. Sin embargo, aunque la alimentación ecológica sirve un amplio abanico de precios las empresas que los ofrecen aprovechan la ignorancia de los consumidores para elevarlos. 

Las estrategias de marketing utilizadas para estos productos, han conseguido convencer al consumidor de que la industria ecológica es mucho más cara porque son más sanos, llegando a costar tres veces más que los productos no ecológicos. No obstante, si entendemos que los alimentos ecológicos no tienen que ir ligados a un valor elevado podemos llegar a obtenerlos a un precio incluso más bajo que los productos convencionales. 

La gente que desconoce el significado de los productos ecológicos, suele caer en las estrategias de marketing pensando que es su valor habitual y que su precio es debido a que son de mejor calidad y más saludables.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha elegido a Lidl, Aldi y a Carrefour como los supermercados donde se pueden obtener productos ecológicos a mejor precio. Además, esta organización reclama bajar el IVA de estos productos al 4% para que sean más accesibles para todo el mundo.